• Practica una buena higiene bucal.

• Cepíllate bien los dientes, al menos dos veces al día y utiliza hilo dental diariamente entre los dientes para eliminar la placa dental.

• Debes evitar utilizar un cepillo de dientes demasiado viejo y duro, ya que las cerdas pueden haberse desgastado y pueden provocar abrasión dental (desgaste mecánico de superficie dental).

• Sustituir cada tres o cuatro meses para asegurarte de que está en buenas condiciones.

• Visita a tu dentista al menos una vez al año, ya sea que tengas dientes naturales o restauraciones, carillas, coronas o implantes. La mantención es fundamental.

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• Si padeces diabetes, debes mantenerla en control, esto disminuirá el riesgo de otras complicaciones, incluida la enfermedad de las encías. El tratamiento de la enfermedad de las encías puede ayudar a reducir su nivel de azúcar en sangre.

• Si sospechas de reflujo gastroesofágico, comunícale a tu dentista, la erosión dental puede ser provocada por ácidos internos también.

• Limita los alimentos y bebidas ácidas: Una de las principales causas de erosión dental es el consumo de alimentos y bebidas ácidas. Entre ellos están los cítricos, los refrescos, las bebidas para deportistas y otros líquidos ácidos. También puedes optar por alternativas menos ácidas como el agua o la leche para prevenir la erosión dental (pérdida de sustancia dental por ácidos).

• Intenta no consumir ningún producto del tabaco. Si fumas, intenta disminuirlo o idealmente dejar de hacerlo, el tabaco trae serias consecuencias a tu salud oral y general.

• Quítese su prótesis (total o parcial) todas las noches: Esto permite que el tejido de las encías debajo de ellas tenga la oportunidad de descansar.

• Limpia tu prótesis todos los días: Cepilla tu prótesis todos los días de la misma forma que te cepillas tus dientes, con una diferencia clave: Olvídate de la pasta de dientes.

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